viernes, 21 de diciembre de 2012

Para ti, abuelo


Querido abuelo:

Se supone que hoy acaba el mundo y aquí estoy, escribiendote... Creo que los mayas se equivocaron y que voy a continuar buscando esa parte que me falta desde que te fuiste, esa parte que por más que me empeño en encontrar nunca consigo. Esa parte que eres tu.

Se qué estás a mi lado siempre pero muchos días daría lo que fuera por poder abrazarte, por darte un beso, por una caricia tuya. Es imposible lo se, lo único que puedo hacer es cerrar los ojos e imaginarte. A veces el recuerdo es vago, eso me destroza; no es que no te recuerde, es que tenía cinco años y el jodido cáncer te separó de mi, de nosotras...

Sigo siendo una canija empeñada en intentar comprender por qué la genética no me dio un poco más de estatura y así parecerme un poco más a ti, con lo alto que eras... Sigo intentando comprender por qué tuviste que irte tan pronto y no lo consigo, no se sí no soy capaz o si no quiero serlo.

Una vez al año me abro en canal, escribo para recordarte, y para que quien me conoce y por razones evidentes no te pudo conocer sepa algo de ti. ¿Sabes? No hace muchos días jugando al Trivial casi acierto gracias a tu estancia en el Sáhara.

Te echo de menos, abuelo. Me encantaría sentarme otra vez contigo en la mesa camilla a pintar, a ver cómo arreglabas cosas y te sobraban piezas, a escuchar música en tu tocadiscos, o a que me contarás el cuento de los diez perritos. Me dejaste un cassette con tu voz contándome ese cuento, también con la canción de Don Pepito... Lo tengo muy bien guardado, abuelo. Pero no lo escucho nunca, aunque sí hubiera sequía creo que debería hacerlo, ya me entiendes. Ahora no se lleva mucho eso de los cassettes, pero estoy convencida de que internet, el ordenador, el ipad y demás cacharros no iban a tener secretos para ti.

Estoy segura de que cuando me ves llorar te pones triste, pero es muy difícil recordarte y estar entera, a veces lo consigo pero otras ya sabes que no.

 Continuo con mi locura de hacer Políticas, está siendo más duro de lo que pensaba, pero nadie me habló de caminos de rosas. La radio se apaga, por desgracia la emisora se va a quedar muda, es duro. Ahora solo queda mirar al frente y esperar tiempos mejores.

A veces se aparece un fantasma, bajo, gordo y feo, da más pena que miedo. Yo me mantengo firme, ya sabes que carácter tengo, y espero algún signo de debilidad... Se que estoy cerca y que algún día concluiré con mi asignatura pendiente.

Se acerca la Navidad, ya sabes que no me gusta nada, que te echo aún más de menos, que nos faltas en casa. Pero tranquilo, siempre te recordamos. Sabemos que estás con nosotras, que nos cuidas, que nos levantas, que nos mimas, que me frenas...

Hoy no estoy inspirada para contarte mucho más. Para terminar, sólo decirte que te quiero, te quiero mucho y que sólo espero que este cariño llegue donde quiera que estés. Ojalá te tuviera aquí y pudiera abrazarte ahora mismo como hago con la abuela, cuidada, cuidamos a nosotras y a esas personas especiales que están a nuestro lado.

Te quiero abuelo, un beso muy gordo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario