jueves, 30 de diciembre de 2010

Al que no le guste, que no mire

Una cabeza pensante, de las muchas que hay en el mundo, me ha hecho llegar el siguiente texto. Sólo hay que leerlo para darse cuenta de que esta escrito desde el más absoluto desconocimiento; a quien no le gusten los toros que no mire, pero que nos dejen en paz, y sobre todo; que dejen de relacionar el arte de los toros con lo que no es...

Publico este texto, por compartirlo con vosotros y para que veais, todas las tonterías que se pueden llegar a decir en unos pocos párrafos.

Saludos a todos, taurinos, no taurinos y antitaurinos:

Fdo: Una a la que en este texto llaman psicópata.

Aburrido ya de las gracias de mi perro Boby, un pastor de 3 años, decidí jugar con él de una manera diferente. Lo dejé con hambre y con mucha sed por un día entero. Luego quise saber qué le pasaba si en vez de agua, le ponía en su bebedero leche de magnesio.

El estúpido se lo tomo todito. Me miraba esperando que le diera algo de comer, pero opté por encerrarlo para que no me jodiera. Lo puse en la oscura bodega de herramientas y te juro que si no es porque en la noche escuche un aullido, no hubiese recordado que el pobre estaba metido ahí.

Como ya era muy tarde, lo dejé que se durmiera. Ya en la mañana, lo fui a buscar y había diarrea por todos lados. Me imagino que hizo efecto el magnesio y la verdad, se le notaba muy débil y algo alterado por la luz que le daba directo en los ojos, pero yo me levanté con más ganas de joderlo, así que le halé el rabo, le hinqué los testículos y lo punzaba con un tenedor.

Realmente me pareció divertido. Algo en él y en mí había cambiado. Ya no era más mi mascota. Se estaba defendiendo y me comenzó a atacar. Sentí susto, pero sabía que estaba débil por la diarrea y las heridas del tenedor. Un poco más y me desgarra una pierna; afortunadamente, le había alcanzado a untar vaselina en los ojos antes del ataque y no me vio muy bien. Agarré un hierro y lo puncé, al desgraciado no le importó y no huyó, siguió intentando herirme,
como si la venganza lo motivara, pero al fin y al cabo es un animal y yo podía adivinar cada movimiento que él hacía.

No me percaté de las heridas de Boby, ya que su pelo negro tapaba de alguna manera el rojo de su sangre... no fue hasta que salió un chorro de sangre por su boca. Él estaba agotado, su lengua lo delataba, no la podía esconder. Me dio lástima el infeliz; pero qué le podía hacer, ya estaba muy herido y aún
así quería atacar. No tuve más remedio que parar su sufrimiento. Lo atravesé con el hierro y ahí quedó lo que era Boby.

Antes de que pienses que soy un mal nacido hijo de la grandísima puta, cambiemos a Boby por un toro. Entonces, qué sería yo....¿un maestro? ¿un artista?

Un ser vivo es un ser vivo, sea un perro o sea un toro. Siente y sufre. No nos dejemos engañar por los psicópatas que promocionan los eventos taurinos. No juguemos con el dolor ajeno y digamos NO a la tauromaquia. Difunde esta idea, promociona un mundo sin violencia, ayudemos a los que no tienen voz...

'Nacen para eso' me dijo alguien un día. Yo digo que para eso, es mejor no nacer.

3 comentarios:

  1. Estimada Isabel: Después de leer este nauseabundo panfleto, me siento más orgulloso de ser aficionado taurino por la sencilla y gran razón de la coherencia con que se emplea unos y otros, el autor o autora del iluminado texto, por si mismo se califica y se retrata de su sentido del respeto democrático y de libertad, pilares básicos del patrimonio de toda persona de bien, al margen de que les guste o no las corridas de toros.
    Lo que está bastante claro y a las pruebas me remito, es con la educación y respeto, que a los que nos gusta las corridas de toros las defendemos y con los calificativos e insultos provocadores que nos dedican los que están en contra.

    Dice el autor o autora del texto-panfleto "Un ser vivo, sea un perro o sea un toro. Siente y sufre. No nos dejemos engañar por los psicópatas que promocionan los eventos taurinos. No juguemos con el dolor ajeno y digamos NO a la tauromaquia. Difunde esta idea, promociona un mundo sin violencia, ayudemos a los que no tienen voz..." y termina el comunicado diciendo "Nacen para eso, me dijo alguien un día. Yo digo que para eso, es mejor no nacer".

    Prácticamente no hay animal comestible que, a fin de aumentar el apetito y el goce del comensal, no sea sometido, sin que a nadie parezca importarle mucho, a una barroca diversidad de suplicios y atrocidades, desde el hígado artificialmente hinchado de las aves para producir el sedoso paté, hasta las langostas y los camarones que son echados vivos al agua hirviendo porque al parecer, el espasmo agónico final que experimentan achicharrándose condimenta su carne con un plus especial, y los cangrejos a los que se amputa una pata al nacer para que la otra se deforme y agigante, y ofrezca más alimento al refinado degustador. Estas son palabras de Albert Boadella en ABC (18/04/2004).

    Unas cuantas preguntar al autor o autora: ¿En estos días de abusos gastronómicos han tenido la tentación de saborear el delicioso paté? y ¿la pierna de coldero? o se limitan ustedes solamente a comer productos del campo como el rico tomate y la deliciosa lechuga.

    Y en vísperas de Reyes como estamos tendrán muy presente de no hacer regalos de pieles o cueros, más que nada por aquello del cariño a los animales.

    Saludos cordiales para ti Isabel, y feliz 2011

    Pedro Solís

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  2. Posiblemente influido por el panfleto, he cometido el lapsus en la palabra cordero poner una L de "lumbrera" en vez de una R de respeto.

    Pedro Solís

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