Hace unos días, estuve en una juguetería comprando un regalo y no me pude resistir a visitar el pasillo de Barbie y el de Nancy.
Vi un cartel en el que ponía Nancy, me dirigí hacia él y allí estaba la muñeca con la que más jugué cuando era pequeña, bueno, lo cierto es que no era ella; ahora tiene la cintura más fina, más pómulos, extensiones en las pestañas y más pecho.
Ahora mi Nancy, la Nancy con la que también jugó mi madre se ha convertido en una muñeca recauchutada que cada vez guarda menos parecido con la de hace veinte años. Es súper moderna, yo diría que incluso demasiado.
¿Por qué la han operado? La cirugía no le ha hecho un favor, al contrario, se le ha quedado cara de sapo. Tengo la impresión de que el bisturí solo es efectivo y deja impresionante a Naty Abascal.
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