Sin duda una de mis fotos favoritas; el niño que admira al héroe y quiere tocarlo para saber si es de verdad. Y el héroe que sonrie al niño.
Me encanta, me recuerda esa imagen romántica del torero admirado por mayores y pequeños, por gente de toda condición.
En cierto modo me indentifico con esta foto, con la cada de admiración del niño, con sus ojos llenos de ilusión, y es que, en esto de los toros la ilusión es clave.
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