Terrorifico fue el debate que se propuso ayer en La Noria, el tema propuesto era la prohibición de los toros en Cataluña y el halo político que unos decimos que la rodea y otros no. A un lado de la mesa se sentaban, el profesor Mosterín, Enric Sopena y Pilar Rahola, frente a ellos un polifacetico ganadero, Felipe Garrigues, Alfonso Rojo e Isabel Durán.
Por ambos lados se hizo gala de una pésima educación y de gran ignoracia del significado de la palabra respeto. Pero he de destacar la intervención de Pilar Rahola, tan identificada con su querida Cataluña que anoche decidió vestirse de burbuja Freixenet. Rahola, amante de la polémica, habló de su trayectoria política e indicó que en su época de diputada, fue ella y sólo ella, quien propuso hace aproximadamente 15 años que se terminara con las corridas de toros en la piel de toro, inciativa que no tenía, ni tiene y tampoco tendrá piés ni cabeza. ¡Cuánto caso le han hecho señora Rahola! Por otro lado, invitó a hacer un referéndum para contar con cuántos partidarios cuenta la fiesta de los toros, tema de vital importancia para la buena marcha de nuestro país.
El profesor de lógica Mosterín, dijo que España era un país cutre, porque a pesar de pertenecer a Europa, no había evolucinado como el resto de sus semejantes. ¿Qué tienen que ver los toros con la cutrez?
Cutre es no saber respetar al resto de ciudadanos que no opinan igual que uno mismo, eso si es cutre.
Cutre es propiciar un espectáculo televisivo como del de anoche en el que el tema menos importante era el que se había propuesto para debatir.
Y cutre, señor Mosterín, es hacer gala de sentirse cosmopolita y apolítico y defender con uñas y dientes que en el siglo XXI y en un Estado de Derecho, un grupo de 68 pesonas se hayan propuesto acabar con una manifetación de cultural en la que anidan valores que hoy en día no se inculcan ni en muchas familias, ni en las aulas. Eso si que es cutre.
Me avergüenzan estos programas.
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