domingo, 7 de agosto de 2011

Javier Antón triunfa en Lodosa con un novillo de Prieto de la Cal

El encierro de Prieto de la Cal lidiado ayer en Lodosa resultó verdaderamente interesante. Los mejores novillos fueron el cuarto y sexto, nobles, con clase y fijeza. Javier Antón volvía a la feria del Piquillo tras un año de ausencia y demostró sus ganas y buen hacer en el novillo que cerró plaza. Lo recibió con una larga en el tercio y lo sacó a los medios toreando a la verónica, abriendo el compás. Un ramillete de chicuelinas al paso fueron los lances con los que Antón colocó al burel en suerte. El varilarguero lo cogió bien y el novillo cumplió. Tras cambiar el tercio con dos pares de banderillas, el navarro cogió la pañosa e inició su faena de rodillas, lo sacó a los medios y remató con un precioso trincherazo. Adelantó el engaño con la mano derecha, asentó las zapatillas, metió los riñones y toreó despacio. En el toreo al natural buscó siempre la colocación, bajó la mano y toreó con suavidad. Le funcionó la cabeza y dejó reponer al de Prieto de la Cal entre tanda y tanda. Faena con muletazos de cartel rubricada con una estocada hasta los gavilanes. Paseó dos orejas, invitó al ganadero a dar la vuelta al ruedo con él y éste declinó la invitación.

Antón se mostró digno con el primero de su lote. El tristemente conocido Tortolillo, salió de chiqueros como un tren, el navarro procuró templar esos arreones y estirarse con el capote. Ante el castigo en varas se vino arriba. El de Murchante ofreció la muerte de Tortolillo al cielo y se hizo el silencio en la plaza. Puso ganas e intentó ralentizar la bronca embestida del astado, bajó la mano, pero no consiguió rematar atrás. Fue silenciado.

Carlos Durán demostró clase con un novillo de Isabel Sánchez de Alva que remendaba el encierro. Se gustó en los lances de recibo y no pudo colocar al novillo en el caballo, ya que en cuanto vio al picador corrió hacia él. Hizo un quite por Chicuelo y remató con una media. Basó su faena en el pitón derecho, comenzó dejando el engaño puesto pero, a medida que avanzaban las series le resultó cada vez más difícil encontrar el sitio y optó por medios pases. El quinto novillo tuvo calidad pero era un inválido. El picador no estuvo muy acertado al echar la vara y es posible que el jabonero lo acusara durante la muleta. Se echó casi en los medios cuando la faena debía haber tomado vuelo. La cuadrilla de Durán no fue capaz de levantar al utrero y este fue apuntillado.

Miguel Hidalgo no tuvo su mejor tarde, lo intentó con sus dos novillos pero no acabó de entenderlos. Se equivocó con las distancias. Puso empeño en su noble primero en intentó el toreo con la diestra, no acabó de cogerle el aire optó por empuñar la espada y necesitó ayudarse del verduguillo. El segundo de su lote destacó por su nobleza y su calidad, Los primeros compases de la faena apuntaban a que Hidalgo se iba a encajar con él, no acabó de estar a gusto en la media y debió sentirse más cómodo con el toreo de cercanías. Escuchó un recado de la presidencia y el público de Lodosa lo despidió con un respetuoso silencio.

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