domingo, 1 de mayo de 2011

Manzanares, Príncipe de Sevilla


Dicen que en la tele no se ve al Espítu Santo, que las faenas pierden ese "algo" y que en casa no se viven igual que en el tendido. Cómo tuvo que ser la tarde de Manzanares en La Maestranza para que yo desde mi casa viera la Santísima Trinidad.
No se puede torear más despacio, con más clase y más hondura como lo hizo ayer José Maria Manzanares. En su primero estuvo soberbio, Arrojado de Núñez del Cuvillo fue un toro extraordinario en la muleta, embisitó hasta el final moviendo la penca del rabo. Pero si soy sincera, creo que esa magnífica faena de Manzanares tenía que haber sido culminada con una estocada en todo lo alto marca de la casa. Ahora da igual, me emborraché del toreo del de Alicante, me emocioné como hacía tiempo que no me ocurría y pensé que era imposible torear mejor, pero salió el sexto.
En el que cerró plaza, Manzanares volvió a sentar cátedra toreando enroscado, llevándolo largo y rematando atrás. Muletazos profundos, hondos, riñones encajados y zapatillas asentadas en el albero. Derechazos y naturales de esos que te hacen levantarte del sofá de tu casa y gritar un ole roto salido de lo más profundo de tu ser.
La Puerta del Príncipe que tanto se le había resistido a José María Manzanares se abrió para él, sólo para él, Sevilla se paró, el tiempo se paró, el toreo triunfó y yo me encontré llorando cómo una imbécil, no se si de rabia por no estar en La Maestranza, de emoción o de envidia porque nunca sabré lo que se siente al cuajar dos toros de esa forma y salir por la Puerta del Príncipe ente vítores de torero, torero.

2 comentarios:

  1. Lo único que falto fue la Legión, tocando un pasodoble legionario ¿vedad Isabel?

    No te enfades, no lo pongas como los atros y no psasa nada, pero así lo quisiste tu.

    Saludos

    Juan Pedro

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  2. Lo pongo, pero no hay que confundir las cosas. El Jueves Santo es el Jueves Santo y el toreo es algo totalmente distinto.
    Saludos

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