miércoles, 4 de agosto de 2010

Una semana


Hoy se cumple una semana desde que el Parlament decidió prohibir la fiesta de los toros en Cataluña, una comunidad dónde no debe haber tradición taurina, tampoco debe de llenarse la Monumental cuando torea José Tomás, será una ilusión óptica o producto de nuestra imaginación, como decía el mentalista Anthony Blake, en fin una comunidad que pasa olímpicamente de los toros, ¿o era de todo lo que rezuma españolismo?

Como decía, hoy hace una semana desde que se prohibieron el arte, la cultura, los sentimientos... ¿se pueden prohibir los sentimientos? unos señores encorbatados decidieron hacerlo, creyeron tener potestad para votar tal cosa y osaron hacerlo, ¿cómo se puede prohibir al alguien que se emocione, o que se enfade, o que se ría a carcajadas? ¿cómo?

Una semana, una semana desde que triunfó la censura, desde que cortaron las alas a nuestra libertad. Una semana, y nadie aquí ha hecho nada, dónde estan las peñas con solera, las asociaciones que defenden el hecho cultural de la Fiesta, o aficionados anónimos que están tan indiganos como lo estoy yo, ¿dónde? a lo mejor están en sus vacaciones de verano, con esto de que es agosto se para el mundo, está vacío incluso el Parlament...

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