Ayer pasé todo el día deshojando una margarita imaginaria. Ayer pasé todo el día deseando que le saliera a Morante un toro de Zalduendo que le diera alguna opción para interpretar el toreo.
¿Embestirán? ¿No embestirán? ¿Embestirán? ¿No embestirán? Así pasé la mañana y parte de la tarde, hasta que pasadas las seis, saltó al ruedo de Illumbe un toro que no quería embestir, que cabeceaba y se frenaba, un toro que no quería saber nada del de La Puebla, un toro coñazo. Así que cuando dobló el astado me puse a pensar en el que haría cuarto y empecé a deshojar de nuevo mi margarita particular; ¿embestirán? ¿no embestirán? Y nada, a pesar del empeño y de la disposición de Morante, el cuarto toro tampoco quería embestir, pero a pesar de todo vimos un detallito de Morante de esos que alimentan el alma taurina, pero sólo fue eso, un detalle.
Me apetecía también ver a Perera, parece que poco a poco va retomando el ritmo que marcó hace un par de temporadas, nos regaló un par de series de muletazos largos y rematados atrás, si no hubiera fallado con la espada en su segundo hubiera tocado pelo, tal y como hizo en el primero que le tocó en suerte, un toro que le volteó de forma espectacular, afortunadamente sin consecuencias.
Completaba el cartel Rubén Pinar, que sustituía a Cayetano, y como bien dijeron mis amigos alfareños, desgraciadamente le tocó el mejor toro de la tarde. ¿Qué pasó? Que con un toro que era para hartarse a torear y hacerle las cosas bien, Pinar siguió en su tónica de siempre, la de torero ventajista, vulgar y descompuesto; ¿por qué está este chico en todas las ferias? Por buen torero lo dudo.
Lo mejor de la tarde de ayer, fue sin duda la torería de Morante desde que se lió el capote hasta que salió de la plaza bajo una leve lluvia de almohadillas blancas, que le regalaron un sector de público insensible. Tampoco puedo ni debo olvidar el buen rato que pasé tanto con los amigos alfareños como con Pablo.
Desde ahora comienzo a deshojar mi margarita para el próximo 20 de septiembre, a ver cómo salen los de El Pilar.
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